viernes, 25 de julio de 2014

algunos de los poemas de Juan Leon Mera



MI FORTUNA

Siempre avara conmigo la fortuna
De mi alcance sus dones ha alejado;
A perpetua pobreza condenado
Por un capricho fui desde la cuna.

Mis locas esperanzas, una a una,
Cual seductores sueños han pasado;
Pero nunca en mis ansias he llevado
Al pie de esa deidad queja importuna.

Con otro don divino estoy contento,
No comparable a material tesoro:
Mi noble corazón y mi talento.

De mi Patria a la gloria éste dedico,
Y a la tierna beldad a quien adoro
Mi corazón entero sacrifico.

AMARGURA

¿Por qué florece la infernal mentira
y, con el torpe vicio en alianza,
de triunfo en triunfo por el mundo avanza
y su reinado a eternizar aspira?

¿Por qué el humano corazón delira,
y, en tanto juzga que la dicha alcanza,
solo, en verdad, columbra su esperanza
que brilla, lo enloquece, y se retira?

¿Por qué el dolor mortal se encruelece
y el negro tedio, de la vida plaga,
cual nunca en este siglo, medra y crece?

¡Ay! ¡Porque la impiedad desoladora
toda sublime aspiración apaga,
y ya no hay fe, ni se medita ni ora!


MADRIGAL

Dios me hizo, niña mía, algo divino.
¿Quieres que te revele una secreta
Sentencia que yo sé de tu destino?
Pues sabe que a un poeta
Entregarás tu corazón amante.
¿Quieres que te diga más...?  La poesía
Es mi tesoro y yo... Pero es bastante
Lo dicho a qué me entiendas, niña mía...

domingo, 29 de junio de 2014

Una de las obras más conocidas y aprreciadas de Juan León Mera es esta les dejo el video para que puedan apreciar que en esta novela ya se da los primeros despliegues de lo que llamarianos identidad literaria.

miércoles, 18 de junio de 2014

Carta de agradecimiento



Excmo. Señor director de la Real Academia Española
Señor:
No sé a qué debo la gran honra de haber sido nombrado miembro correspondiente de esa ilustre y sabia Corporación, pues confieso (y no se crea que lo hago por buscar aplauso a la sombra de fingida modestia) que mis imperfectos trabajos literarios jamás me han envanecido hasta el punto de presumir que soy merecedor de un diploma académico. Todos ellos, hijos de natural inclinación que recibí con la vida y fomenté con estudios enteramente privados, son buenos, a lo sumo, para probar que nunca debe menospreciarse ni desecharse un don de la naturaleza, mas no para servir de fundamento a un título que sólo han merecido justamente beneméritos literatos. Sin embargo, sorprendido por el nombramiento a que me refiero, no tuve valor para rechazarlo, y a los propósitos, harto graves para mí, de empeñar todas mis fuerzas en las tareas que me imponía el inesperado cargo, añadí el de presentar a esa Real Corporación alguna obra que, siendo independiente de las académicas, pudiese patentizar de una manera especial mi viva y eterna gratitud para con ella. ¿Qué hacer para cumplir este voto? Tras no corto meditar y dar vueltas en torno de unos cuantos asuntos, vine a fijarme en una leyenda, años ha trazada en mi mente. Creí hallar en ella algo nuevo, poético e interesante; refresqué la memoria de los cuadros encantadores de las vírgenes selvas del oriente de esta República; reuní las reminiscencias de las costumbres de las tribus salvajes que por ellas vagan; acudí a las tradiciones de los tiempos en que estas tierras eran de España y escribí CUMANDÁ; nombre de una heroína de aquellas desiertas regiones, muchas veces repetido por un ilustrado viajero inglés, amigo mío, cuando me refería una tierna anécdota, de la cual fue, en parte, ocular testigo, y cuyos incidentes entran en la urdimbre del presente relato.
Bien sé que insignes escritores, como Chateaubriand y Cooper, han desenvuelto las escenas de sus novelas entre salvajes hordas y a la sombra de las selvas de América, que han pintado con inimitable pincel; mas, con todo, juzgo que hay bastante diferencia entre las regiones del Norte bañadas por el Mississipí y las del sur, que se enorgullecen con sus
Amazonas, así como entre las costumbres de los indios que respectivamente en ellas moran. La obra de quien escriba acerca de los jíbaros ti ene, pues, que ser diferente de la escrita en la cabaña de los Natchez, y por más que no alcance un alto grado de perfección, será grata al entendimiento del lector inclinado a lo nuevo y desconocido. Razón hay para llamar vírgenes a nuestras regiones orientales: ni la industria y la ciencia han estudiado todavía su naturaleza, ni la poesía la ha cantado, ni la filosofía ha hecho la disección de la vida y costumbres de los jíbaros, záparos y otras familias indígenas y bárbaras que vegetan en aquellos desiertos, divorciadas de la sociedad civilizada. CUMANDÁ es un corto ensayo de lo que pudieran trazar péñolas más competentes que la mía, y, con todo, la obrita va a manos de V.E., y espero que, por tan respetable órgano, sea presentada a la Real Academia. Ojalá merezca su simpatía y benevolencia y la mire siquiera como una florecilla extraña, hallada en el seno de ignotas selvas; y que, a fuer de extraña, tenga cabida en el inapreciable ramillete de las flores literarias de la madre patria.
Soy de V. E. muy atento y seguro servidor, q. s. m. b.,
Ambato, a 10 de marzo de 1877
JUAN LEÓN MERA

martes, 10 de junio de 2014

Influencia Literaria.



Influencia Literaria.
Mera fue Influido esencialmente por Zorrilla en el terreno lírico, llevó los acentos románticos al tema indígena, por lo que se asume que de cierta manera su producción literaria se limitó a seguir la línea del romanticismo por la asequibilidad nacional ya que el no realizo estudios en el extranjero ni se dio vacaciones de burgués aunque así lo consideremos muchos, respecto a su influencia se asume que tuvo la oportunidad de leer clásicos románticos que entraron al país por debajo de la puerta, y esto podría ser cierto ya que su cercanía con García Moreno fue notoria y no olvidemos que este presidente era otro fiel seguidor y compositor de este género literario.

lunes, 2 de junio de 2014

La Crítica de Montalvo



 La Crítica de Montalvo.
Mera, fue primero amigo y después enemigo irreconciliable de su paisano Juan Montalvo, quien le atacó desdeñosamente y sin piedad. Al contrario de Montalvo,
Esta crítica estaba basada en la apreciación del  hecho de que Mera no se abrió horizonte fuera del país lo que lo encerró en una burbuja en la que solo pudo conocer lo que estaba en sus narices por lo tanto Montalvo menosprecio de cierta forma la producción como la vida del defensor del sistema criollista. Aunque de cierta manera quizá Mera no lo noto o quizá fue intencional, su creación maestra su obra Cumandá es la primera novela que en su contenido expresa un cierto rasgo de identidad del indígena por primera vez en la historia un autor deja salir de su intelecto el lenguaje del pueblo que era parte de la maza dominada, Juan León Mera fue un firme defensor de la aristocracia criolla que reconocía, en la existencia de lo indígena, un camino para tomar conciencia "de su historicidad, su conflictivo ser y la crisis de su ideología".

jueves, 22 de mayo de 2014

Obras



Algunos libros y obras de Juan León Mera.
 Su producción literaria fue de peso a pesar de poseer una gama extensa la producción que logro crear es de calidad, pues aunque cueste reconocerlo el conservador y maestro del idioma no solo tiene el mérito de haber escrito a la perfección el idioma sino que la real academia de la lengua lo nombrara como miembro orgullo que es para la nación por ser de nuestro país, pero sí de hablar de burguesía criollesca se trata Mera es el representante de la dinastía de los letrados que escribieron por posición y por presencia dentro del sistema social.
Cumandá 1879 (2000)
Poesías 1858
Fantasías 1857