domingo, 29 de junio de 2014
miércoles, 18 de junio de 2014
Carta de agradecimiento
Excmo. Señor director de la Real Academia Española
Señor:
No sé a qué debo la gran honra de haber sido
nombrado miembro correspondiente de esa ilustre y sabia Corporación, pues
confieso (y no se crea que lo hago por buscar aplauso a la sombra de fingida
modestia) que mis imperfectos trabajos literarios jamás me han envanecido hasta
el punto de presumir que soy merecedor de un diploma académico. Todos ellos,
hijos de natural inclinación que recibí con la vida y fomenté con estudios
enteramente privados, son buenos, a lo sumo, para probar que nunca debe
menospreciarse ni desecharse un don de la naturaleza, mas no para servir de
fundamento a un título que sólo han merecido justamente beneméritos literatos. Sin
embargo, sorprendido por el nombramiento a que me refiero, no tuve valor para rechazarlo,
y a los propósitos, harto graves para mí, de empeñar todas mis fuerzas en las tareas
que me imponía el inesperado cargo, añadí el de presentar a esa Real
Corporación alguna obra que, siendo independiente de las académicas, pudiese
patentizar de una manera especial mi viva y eterna gratitud para con ella. ¿Qué
hacer para cumplir este voto? Tras no corto meditar y dar vueltas en torno de
unos cuantos asuntos, vine a fijarme en una leyenda, años ha trazada en mi mente.
Creí hallar en ella algo nuevo, poético e interesante; refresqué la memoria de
los cuadros encantadores de las vírgenes selvas del oriente de esta República;
reuní las reminiscencias de las costumbres de las tribus salvajes que por ellas
vagan; acudí a las tradiciones de los tiempos en que estas tierras eran de
España y escribí CUMANDÁ; nombre de una heroína de aquellas desiertas regiones,
muchas veces repetido por un ilustrado viajero inglés, amigo mío, cuando me refería
una tierna anécdota, de la cual fue, en parte, ocular testigo, y cuyos
incidentes entran en la urdimbre del presente relato.
Bien sé que insignes escritores, como Chateaubriand
y Cooper, han desenvuelto las escenas de sus novelas entre salvajes hordas y a
la sombra de las selvas de América, que han pintado con inimitable pincel; mas,
con todo, juzgo que hay bastante diferencia entre las regiones del Norte bañadas
por el Mississipí y las del sur, que se enorgullecen con sus
Amazonas, así como entre las costumbres de los
indios que respectivamente en ellas moran. La obra de quien escriba acerca de
los jíbaros ti ene, pues, que ser diferente de la escrita en la cabaña de los Natchez,
y por más que no alcance un alto grado de perfección, será grata al entendimiento
del lector inclinado a lo nuevo y desconocido. Razón hay para llamar vírgenes a
nuestras regiones orientales: ni la industria y la ciencia han estudiado
todavía su naturaleza, ni la poesía la ha cantado, ni la filosofía ha hecho la
disección de la vida y costumbres de los jíbaros, záparos y otras familias indígenas
y bárbaras que vegetan en aquellos desiertos, divorciadas de la sociedad
civilizada. CUMANDÁ es un corto ensayo de lo que pudieran trazar péñolas más
competentes que la mía, y, con todo, la obrita va a manos de V.E., y espero
que, por tan respetable órgano, sea presentada a la Real Academia. Ojalá merezca
su simpatía y benevolencia y la mire siquiera como una florecilla extraña,
hallada en el seno de ignotas selvas; y que, a fuer de extraña, tenga cabida en
el inapreciable ramillete de las flores literarias de la madre patria.
Soy de V. E. muy atento y seguro servidor, q. s. m.
b.,
Ambato, a 10 de marzo de 1877
JUAN LEÓN MERA
martes, 10 de junio de 2014
Influencia Literaria.
Influencia
Literaria.
Mera fue Influido esencialmente por
Zorrilla en el terreno lírico, llevó los acentos románticos al tema indígena,
por lo que se asume que de cierta manera su producción literaria se limitó a seguir
la línea del romanticismo por la asequibilidad nacional ya que el no realizo
estudios en el extranjero ni se dio vacaciones de burgués aunque así lo
consideremos muchos, respecto a su influencia se asume que tuvo la oportunidad
de leer clásicos románticos que entraron al país por debajo de la puerta, y
esto podría ser cierto ya que su cercanía con García Moreno fue notoria y no
olvidemos que este presidente era otro fiel seguidor y compositor de este género
literario.
lunes, 2 de junio de 2014
La Crítica de Montalvo
La Crítica de Montalvo.
Mera, fue primero amigo y después enemigo
irreconciliable de su paisano Juan Montalvo, quien le atacó desdeñosamente y
sin piedad. Al contrario de Montalvo,
Esta crítica estaba basada en la apreciación
del hecho de que Mera no se abrió horizonte
fuera del país lo que lo encerró en una burbuja en la que solo pudo conocer lo
que estaba en sus narices por lo tanto Montalvo menosprecio de cierta forma la producción
como la vida del defensor del sistema criollista. Aunque de cierta manera quizá
Mera no lo noto o quizá fue intencional, su creación maestra su obra Cumandá es
la primera novela que en su contenido expresa un cierto rasgo de identidad del indígena
por primera vez en la historia un autor deja salir de su intelecto el lenguaje
del pueblo que era parte de la maza dominada, Juan León Mera fue un firme
defensor de la aristocracia criolla que reconocía, en la existencia de lo
indígena, un camino para tomar conciencia "de su historicidad, su
conflictivo ser y la crisis de su ideología".
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